Por: Paula Naranjo
Previo a la pandemia del covid-19 existían varias tendencias referentes a la manera de trabajar de las personas y a los espacios de trabajo. Por ejemplo, horarios y vestimenta flexibles, y preocupación por la salud mental de los empleados. Ahora, más de un año después, muchas personas aún no han regresado a trabajar presencialmente y estas tendencias se han reforzado y acelerado.
Hoy en día, muchos expertos recomiendan a los gerentes de las empresas fomentar la flexibilidad y adaptabilidad con el objetivo de ayudar a las personas con la transición del trabajo a un entorno post pandemia. Debido a la modalidad de trabajo remoto, los trabajadores se acostumbraron a horarios flexibles, más tiempo con su familia, vestimenta cómoda y muchos otros beneficios; aunque también se tiene una mejor apreciación de los beneficios del trabajo presencial, como la comunicación rápida y efectiva, mejores relaciones interpersonales y la importancia de la diferenciación entre los espacios de trabajo y de vivienda.
Grandes empresas, como Twitter, han anunciado que dejarán trabajar a sus empleados remotamente de manera indefinida y, pese a que se anunció durante la pandemia, ha sido el resultado de casi dos años de preparación a través de pruebas de videoconferencias virtuales y protocolos de trabajo en línea.
Según un estudio realizado por la BBC tan solo el 12% de las personas desean volver a trabajar exactamente de la misma manera en la que se hacía antes de la pandemia del Covid-19, mientras que el 72% desea un híbrido. Un sistema híbrido es una mezcla del trabajo tradicional en oficina y el trabajo remoto. Este sistema unifica los beneficios de ambas modalidades de trabajo y tiene como prioridad la motivación, satisfacción y bienestar físico y emocional de los empleados.
En un modelo híbrido el trabajo no se cumple en función de horas trabajadas, sino por objetivos. Esto permite que los empleados tengan la flexibilidad de horarios deseada, ya que mientras más rápido cumplan su objetivo de trabajo, más rápido acabarán su día. Como consecuencia, esto provoca un incremento de la productividad y eficiencia, ya que la mayoría preferirá acabar su trabajo temprano y descansar.
Además, otra característica de este sistema es el trabajo remoto algunos días a la semana. Mientras más desarrollada sea la empresa, mayor va a ser la cantidad de días que esto se podrá realizar. Probablemente esta es la medida que más fusiona la realidad del trabajo anterior con la actual, ya que permite a los empleados acudir a las empresas para realizar actividades que se desenvuelvan de mejor manera de forma presencial, como negociaciones y proyectos grupales. Igualmente, esto fomenta la reestructuración de los espacios de trabajo presenciales, debido a que ahora se busca la unión y colaboración constante entre colaboradores, que es más difícil que se dé a través de cubículos.
Como resultado de esta medida, los costos de servicios básicos, materiales de oficina, alimentación e incluso renta disminuyen, dejando a las compañías con márgenes de utilidad más amplios y con una menor huella de carbono. También, varios expertos dicen que esto podría ser la clave para eliminar la desigualdad de género en las empresas, ya que muchas veces madres se ven obligadas a dejar sus puestos de trabajo para cuidar a sus hijos.
Adicional a esto, puede que se abran plazas de trabajo únicamente para trabajo 100% remoto con el objetivo de conseguir talento extranjero. Esto puede ser de mucha ayuda dentro de industrias que están más desarrolladas en algunos países más que en otros y también brinda una perspectiva más global de los negocios.
Como podemos ver, es posible que nunca volvamos a trabajar de la misma manera. Las necesidades de los seres humanos cambian constantemente y de momento la necesidad es flexibilidad, versatilidad y comprensión. Probablemente en un futuro veremos como miles de empresas se adaptan y construyen esta nueva realidad.
